Comerciantes y hosteleros de Granada están ajustándose en las últimas horas a las medidas del decreto de ahorro energético que ha entrado en vigor este miércoles, y que les supone subir el aire acondicionado y apagar las luces de los escaparates en aquellos negocios que las dejaban encendidas tras cerrar. Sus representantes señalan que lo hacen para "acatar" la norma partiendo de la base de que las "medidas restrictivas no les gustan a nadie".
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