La multinacional sueca Boliden ha manifestado este martes que 25 años después de la catástrofe natural derivada de la fractura de la balsa de residuos de metales pesados de la mina de Aznalcóllar, explotada entonces por esta entidad a través de la sociedad Andaluza de Piritas (Apirsa), es "un alivio" que haya comenzado en el Juzgado de Primera Instancia número once de Sevilla el juicio destinado a resolver la reclamación de 89,8 millones de euros de la Junta por los costes afrontados para la restauración medioambiental de la zona, asegurando que la empresa la dejó "de buen modo".
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