Inés Manzano, una joven que junto con otras dos personas subió al ficus centenario de la parroquia de San Jacinto el 17 de agosto de 2022 para impedir su tala, ha manifestado su "convicción" de que repetirá dicho gesto si es necesario, dado el informe del Servicio de Parques y Jardines del Ayuntamiento que certifica el "colapso final" del ejemplar tras "el descope total" por "el conato de tala de 2022"; proponiendo "la eliminación del árbol muerto y la plantación de un nuevo ejemplar".
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