Un compañero de los dos trabajadores fallecidos como consecuencia del desplome acontecido en las obras de refuerzo promovidas por el Ayuntamiento de Alcalá de Guadaíra (Sevilla) en la antigua Casa Ibarra, de propiedad municipal, ha manifestado que uno de los finados le trasladó en una conversación que el edificio "era viejo y estaba muy mal" y que por eso "había que tener mucho cuidado" en la obra.
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