El presidente del Gobierno de Aragón, Jorge Azcón, explica la subvención al argumentar que la idea es que los inquilinos paguen entre 300 y 500 euros de mensualidad por la vivienda, que no supere el 30 por ciento de sus ingresos, y aunque el coste real será más alto porque el precio lo determinará la constructora la diferencia la abonará el Gobierno de Aragón para lo que estima un desembolso de 2,5 millones anuales que a lo largo del tiempo de concesión de las ayudas alcanzarán unos 40 millones de euros de desembolso.
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