El alcalde de Logroño, Conrado Escobar ha asegurado que "esa muerte no fue el final, fue el principio de una etapa democrática más fuerte; ese secuestro y muerte por una banda terrorista, fue también el principio del final de la banda terrorista, y fue el principio de una legitimación unánime de todos los españoles en torno a la convivencia; en torno a lo que realmente merece la pena; en torno a desterrar definitivamente la violencia".
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