El arzobispo de Zaragoza, monseñor Carlos Escribano, señala: "Es nuestro momento" ante un futuro alentador, "para sumar en la sociedad aragonesa y que dentro de unos años los que nos sucedan puedan dar gracias de lo que hemos sembrado, pensando en las jóvenes generaciones para que puedan construir el futuro que se merece y cada vez mejor".
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