La consellera de Educación y FP de la Generalitat, Esther Niubó, ha hecho un balance muy positivo, textualmente, de la prohibición de móviles en la educación obligatoria en Catalunya, impulsada por el departamento este curso, e insiste en que es una medida "muy sensata" y que hay evidencias de que implica una mejora de la concentración del alumnado.
Transcripciones
Hemos de poder garantir estas competencias digitales de alumnado, porque no para el futuro, porque hoy día son imprescindibles, pero hemos de hacer, poner la tecnología al servicio de la aprendizaje, al servicio de esta mejora educativa, y evidentemente sin poner en riesgo ni el bienestar ni la salud de estos niños.
Nos semblaba que era una medida muy sensata, además, a través de una encuesta de evaluación, que se había pasado, evaluación en general, y después de una encuesta directa al conjunto de profesores, que era demandada en una altísima mayoría, y todos los impuestos que nos llegan son positivos.
El balance es positivo porque al final era también una medida de mejorar la convivencia en los centros.
Muchos conflictos que llegan al centro, sobretot a secundaria, acaban siendo fruitos de conflictos que seguramente se producen fuera del centro y que tienen una projección en digital y que, por tanto, acaban teniendo un impacto.
Y realmente nos parece que infantil y primaria son un tema que no hay que ser.
Hay datos acreditadas de la OCDE y de la academia académica y de la evidencia científica que la concentración incrementa fuera de estas pequeñas pantallas.
Ya tenemos otra tecnología digital a la escuela, precisamente para evitar esta brecha, pero por tanto ya tenemos los instrumentos necesarios para garantizar esta competencia digital.
El balancio que hacemos a día de hoy, y a la espera de un balancio seguramente más exhaustivo, es muy positivo.
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Hemos de poder garantir estas competencias digitales de alumnado, porque no para el futuro, porque hoy día son imprescindibles, pero hemos de hacer, poner la tecnología al servicio de la aprendizaje, al servicio de esta mejora educativa, y evidentemente sin poner en riesgo ni el bienestar ni la salud de estos niños.
Nos semblaba que era una medida muy sensata, además, a través de una encuesta de evaluación, que se había pasado, evaluación en general, y después de una encuesta directa al conjunto de profesores, que era demandada en una altísima mayoría, y todos los impuestos que nos llegan son positivos.
El balance es positivo porque al final era también una medida de mejorar la convivencia en los centros. Muchos conflictos que llegan al centro, sobretot a secundaria, acaban siendo fruitos de conflictos que seguramente se producen fuera del centro y que tienen una projección en digital y que, por tanto, acaban teniendo un impacto.
Y realmente nos parece que infantil y primaria son un tema que no hay que ser. Hay datos acreditadas de la OCDE y de la academia académica y de la evidencia científica que la concentración incrementa fuera de estas pequeñas pantallas. Ya tenemos otra tecnología digital a la escuela, precisamente para evitar esta brecha, pero por tanto ya tenemos los instrumentos necesarios para garantizar esta competencia digital.
El balancio que hacemos a día de hoy, y a la espera de un balancio seguramente más exhaustivo, es muy positivo.
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