La alcaldesa de Zaragoza y presidenta de la Sociedad La Nueva Romareda, Natalia Chueca, ha comentado que además coincide que el adjudicatario de la construcción es la empresa que llevan a cabo los derribos, lo que supone una "optimización" de plazos. "Nos favorece también en que no va a haber cambio porque no tiene que salir una empresa y entrar otra que siempre necesita un mayor tiempo para acopio de materiales y preparar el personal".
Relacionados