La medida se aprobará en esta ocasión a través de un decreto ley, una de las exigencias de los sindicatos para que la vuelta a las 35 horas "tenga todas las garantías posibles", en palabras del representante de UGT, Tomás Pérez Urueña, que ha admitido que en la anterior ocasión tendrían que haber sido "más listos".
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