La Escuela de Patrimonio de Santa María del Campo Rus coge fuerza en su ambición de recuperar patrimonio en la localidad conquense y lo hace sumando la fuerza institucional de su Ayuntamiento y la Universidad de Castilla-La Mancha con el tejido asociativo y vecinal del municipio. Después de dos años, el templo continúa ensanchando su oferta cultural, hasta el punto de servir de escenario de un taller belenístico, en un fin de semana en el que también se ha abierto la puerta a la exposición 'Santa María del Campo Rus. Tiempo, tierra y memoria'.
Transcripciones
La Escuela de Patrimonio de Santa María del Campo Rus coge fuerza en su ambición de recuperar patrimonio en la localidad conquense y lo hace sumando la fuerza institucional de su ayuntamiento y la Universidad de Castilla-La Mancha con el tejido asociativo y vecinal del municipio.
Después de dos años, el templo continúa ensanchando su oferta cultural, hasta el punto de servir de escenario de un taller belenístico en un fin de semana en el que también se ha abierto la puerta a la exposición Santa María del Campo Rus, Tiempo, Tierra y Memoria.
Esto es una apuesta muy importante para Santa María, gracias con la colaboración de la Escuela de Patrimonio, el Obispado, Ayuntamiento y sobre todo la colaboración de todas las asociaciones del pueblo y vecinos.
Y creo que vamos en el buen camino y será un camino quizás largo, pero creo y somos optimistas de que lo vamos a conseguir.
Música, teatro y cultura salpican a lo largo del año el calendario de actividades del convento, rescatado por sus vecinos de la ruina y que ahora empieza a convertirse en un recurso más para todo el pueblo.
Así, se ha intensificado la actividad del convento por la vía de la divulgación, pero además por la investigación, el estudio y la difusión de los criterios, métodos y técnicas de preservación y conservación del mismo.
El trabajo ha sido altamente gratificante porque gracias a él hemos conseguido avanzar mucho sobre la edilicia, sobre la construcción de este templo del siglo XV, pero además también hemos avanzado muchísimo sobre la historia del pueblo.
La Escuela de Patrimonio ha sido un experimento fantástico donde la gente, los vecinos de Santa María del Campo Rus, se han volcado con el proyecto universitario y con el proyecto científico y hemos trabajado de la mano de ellos siendo protagonistas activos de cada una de las investigaciones, tanto de los estudios de morteros como los del georadar, así como la escaneada ultridimensional que hemos realizado con el dron.
La fuerza de un pueblo y el trabajo de la Escuela de Patrimonio hacen poco a poco de Santa María del Campo Rus, epicentro cultural de toda una comarca que a lo largo del año no solo recupera su templo sino que además programa seminarios y conferencias cosechando éxitos de participación.
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La Escuela de Patrimonio de Santa María del Campo Rus coge fuerza en su ambición de recuperar patrimonio en la localidad conquense y lo hace sumando la fuerza institucional de su ayuntamiento y la Universidad de Castilla-La Mancha con el tejido asociativo y vecinal del municipio.
Después de dos años, el templo continúa ensanchando su oferta cultural, hasta el punto de servir de escenario de un taller belenístico en un fin de semana en el que también se ha abierto la puerta a la exposición Santa María del Campo Rus, Tiempo, Tierra y Memoria.
Esto es una apuesta muy importante para Santa María, gracias con la colaboración de la Escuela de Patrimonio, el Obispado, Ayuntamiento y sobre todo la colaboración de todas las asociaciones del pueblo y vecinos.
Y creo que vamos en el buen camino y será un camino quizás largo, pero creo y somos optimistas de que lo vamos a conseguir. Música, teatro y cultura salpican a lo largo del año el calendario de actividades del convento, rescatado por sus vecinos de la ruina y que ahora empieza a convertirse en un recurso más para todo el pueblo.
Así, se ha intensificado la actividad del convento por la vía de la divulgación, pero además por la investigación, el estudio y la difusión de los criterios, métodos y técnicas de preservación y conservación del mismo.
El trabajo ha sido altamente gratificante porque gracias a él hemos conseguido avanzar mucho sobre la edilicia, sobre la construcción de este templo del siglo XV, pero además también hemos avanzado muchísimo sobre la historia del pueblo.
La Escuela de Patrimonio ha sido un experimento fantástico donde la gente, los vecinos de Santa María del Campo Rus, se han volcado con el proyecto universitario y con el proyecto científico y hemos trabajado de la mano de ellos siendo protagonistas activos de cada una de las investigaciones, tanto de los estudios de morteros como los del georadar, así como la escaneada ultridimensional que hemos realizado con el dron.
La fuerza de un pueblo y el trabajo de la Escuela de Patrimonio hacen poco a poco de Santa María del Campo Rus, epicentro cultural de toda una comarca que a lo largo del año no solo recupera su templo sino que además programa seminarios y conferencias cosechando éxitos de participación.
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