Intervención del presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, en el acto institucional por el Día de la Bandera en el Palacio de San Telmo.
Transcripciones
En este momento, hasta ahora, casi medio siglo después, muchas cosas han cambiado, afortunadamente, en nuestra tierra.
Tanto hemos avanzado que no recuerdo otra época en la que la Andalucía moderna se haya querido tanto, se sienta tan capaz y crea en su futuro como lo hace precisamente ahora.
Por eso, Andalucía es ahora.
Y lo decía mi paisano, el escritor malagueño Manuel Alcántara, que decía, no se puede aplazar nada.
Todo es ahora o nunca.
Antes soñábamos los logros que ahora disfrutamos.
Mañana conseguiremos los que ahora precisamente soñamos.
Atrapados por el día a día, a veces nos cuesta reconocer los efectos de la transformación que está viviendo Andalucía en estos últimos años.
Además sucede una cosa, los andaluces arrastramos históricamente una visión distorsionada de nosotros mismos, injusta, ¿por qué es injusta? Peor de lo que realmente somos.
Y no somos así.
Padecemos un exceso de autocrítica con nosotros mismos que nos limita ver hasta dónde llega la transformación que entre todos estamos haciendo posible en Andalucía en estos años.
Con nuestros claroscuros, por supuesto que los hay, pero ni mucho menos inferiores a nadie, ni peores que nadie, ni menos capaces que nadie.
Todos sabemos que es difícil opinar sobre uno mismo con objetividad.
Muy difícil.
Paco de Lucía, que es maravilloso y universal, lo dijo una vez y lo dijo yo creo de la mejor manera posible.
Dijo, a veces me gustaría ser otro para saber quién soy yo.
Así que habría que preguntarse qué ven los otros cuando miran a Andalucía.
Y cuando sales fuera, cuando sales a otras comunidades, a otras tierras de Europa, te dicen que ven una Andalucía fuerte, sólida, moderna, próspera, que no pierde su personalidad, ni su carácter, ni su alegría.
Ven una tierra donde nos entendemos, donde vamos a lo que importa, donde conseguimos las cosas juntos.
Una tierra que está viviendo un cambio, un cambio que se está obrando por parte de todos y cada uno de los andaluces.
Vengo a Andalucía que es la tercera economía de España y la decimosegunda de Europa de sus 242 regiones que hay en toda la Unión Europea.
Una tierra que crece en empleo, que impulsa y refuerza los servicios públicos, que protege además a los más vulnerables.
Quien nos mira desde más allá desde Peña Perro ve una Andalucía que abandena la defensa de la igualdad entre españoles.
qué bien suena la palabra solidaridad y qué fea es la palabra ordinalidad es tan fea como suena, ¿verdad? pues ahí está todo dicho.
En este momento, hasta ahora, casi medio siglo después, muchas cosas han cambiado, afortunadamente, en nuestra tierra. Tanto hemos avanzado que no recuerdo otra época en la que la Andalucía moderna se haya querido tanto, se sienta tan capaz y crea en su futuro como lo hace precisamente ahora. Por eso, Andalucía es ahora.
Y lo decía mi paisano, el escritor malagueño Manuel Alcántara, que decía, no se puede aplazar nada. Todo es ahora o nunca. Antes soñábamos los logros que ahora disfrutamos. Mañana conseguiremos los que ahora precisamente soñamos. Atrapados por el día a día, a veces nos cuesta reconocer los efectos de la transformación que está viviendo Andalucía en estos últimos años.
Además sucede una cosa, los andaluces arrastramos históricamente una visión distorsionada de nosotros mismos, injusta, ¿por qué es injusta? Peor de lo que realmente somos. Y no somos así. Padecemos un exceso de autocrítica con nosotros mismos que nos limita ver hasta dónde llega la transformación que entre todos estamos haciendo posible en Andalucía en estos años.
Con nuestros claroscuros, por supuesto que los hay, pero ni mucho menos inferiores a nadie, ni peores que nadie, ni menos capaces que nadie. Todos sabemos que es difícil opinar sobre uno mismo con objetividad. Muy difícil. Paco de Lucía, que es maravilloso y universal, lo dijo una vez y lo dijo yo creo de la mejor manera posible.
Dijo, a veces me gustaría ser otro para saber quién soy yo. Así que habría que preguntarse qué ven los otros cuando miran a Andalucía. Y cuando sales fuera, cuando sales a otras comunidades, a otras tierras de Europa, te dicen que ven una Andalucía fuerte, sólida, moderna, próspera, que no pierde su personalidad, ni su carácter, ni su alegría.
Ven una tierra donde nos entendemos, donde vamos a lo que importa, donde conseguimos las cosas juntos. Una tierra que está viviendo un cambio, un cambio que se está obrando por parte de todos y cada uno de los andaluces. Vengo a Andalucía que es la tercera economía de España y la decimosegunda de Europa de sus 242 regiones que hay en toda la Unión Europea.
Una tierra que crece en empleo, que impulsa y refuerza los servicios públicos, que protege además a los más vulnerables. Quien nos mira desde más allá desde Peña Perro ve una Andalucía que abandena la defensa de la igualdad entre españoles. qué bien suena la palabra solidaridad y qué fea es la palabra ordinalidad es tan fea como suena, ¿verdad?
pues ahí está todo dicho
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