Once tramos de carreteras de Castilla y León disponen de un sistema pionero a nivel mundial que predice la posible presencia de fauna salvaje en el trazado y alerta a los conductores, a través de 30 señales luminosas, de si hay un riesgo elevado de accidente por impacto con algún animal. Este dispositivo, promovido por la Junta de Castilla y León, se basa en el trabajo de expertos de la Universidad de Salamanca (USAL), que analizan y disponen de distintos niveles de alerta en el sistema según variables tales como la hora del día, la luminosidad, la proximidad de agua, la época de celo o la situación lunar para conocer.
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