La cecina de León, 'la reina', se ha coronado en panorama gastronómico nacional e internacional como un producto "único y lleno de matices" donde cada pieza es una "excelencia", tras un riguroso y estricto proceso de control que ha llevado a este producto a traspasar fronteras y erigirse como "una auténtica estrella" en las propuestas gourmet en Navidad.
Transcripciones
La cecina de León IGP, la reina de la gastronomía leonesa, se erige como un producto estrella para incorporar a los menús navideños.
Sabemos que es única y es originaria de la provincia de León.
Hay gente que todavía no sabe que su procedencia, la procedencia de la materia prima, es vaca.
Y vaca mayor de cuatro años.
La elaboración de esta salazón consiste en un proceso sencillo, cuidado y arraigado, cuyo secreto reside en la elección de una materia prima de calidad para su conservación a base de sal y tiempo.
Es un producto curado, es una salazón cárnica, no es un embutido, mucha gente se equivoca también al llamarlo embutido.
Tiene un proceso de elaboración muy sencillo porque al final es una manera de conservar un producto que es básicamente con sal y tiempo.
Con el apoyo de Tierra de Sabor, la IGP agrupa a 10 empresas leonesas y el Consejo Regulador vela por unos estrictos estándares de calidad para ofrecer un producto exquisito y único.
Se elige una buena materia prima, se intenta buscar una materia prima muy infiltrada, que llegue a un periodo de curación largo, porque sí que es verdad que está claro que a mayor curación el producto tiene mayor calidad.
Hay 10 industrias inscritas en el Consejo Regulador que elaboran aproximadamente unas 100-120.
000 piezas al año, de las cuales aproximadamente podríamos decir que el 15% van directos a exportación.
Así, la cecina de León IGP es un producto perfecto para incorporar las comidas navideñas, un manjar que aúna calidad, autenticidad y arraigo.
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La cecina de León IGP, la reina de la gastronomía leonesa, se erige como un producto estrella para incorporar a los menús navideños. Sabemos que es única y es originaria de la provincia de León. Hay gente que todavía no sabe que su procedencia, la procedencia de la materia prima, es vaca.
Y vaca mayor de cuatro años. La elaboración de esta salazón consiste en un proceso sencillo, cuidado y arraigado, cuyo secreto reside en la elección de una materia prima de calidad para su conservación a base de sal y tiempo.
Es un producto curado, es una salazón cárnica, no es un embutido, mucha gente se equivoca también al llamarlo embutido. Tiene un proceso de elaboración muy sencillo porque al final es una manera de conservar un producto que es básicamente con sal y tiempo. Con el apoyo de Tierra de Sabor, la IGP agrupa a 10 empresas leonesas y el Consejo Regulador vela por unos estrictos estándares de calidad para ofrecer un producto exquisito y único.
Se elige una buena materia prima, se intenta buscar una materia prima muy infiltrada, que llegue a un periodo de curación largo, porque sí que es verdad que está claro que a mayor curación el producto tiene mayor calidad.
Hay 10 industrias inscritas en el Consejo Regulador que elaboran aproximadamente unas 100-120.000 piezas al año, de las cuales aproximadamente podríamos decir que el 15% van directos a exportación.
Así, la cecina de León IGP es un producto perfecto para incorporar las comidas navideñas, un manjar que aúna calidad, autenticidad y arraigo.
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